Historia

En 1931, Atilano V. Blandino fundó la empresa A. V. Blandino como una empresa funeraria que se ocupaba de trasladar todo lo necesario a las casas de las familias para los velatorios.

En 1959, abrió la primera capilla funeraria del país la cual fue utilizada por primera vez en 1961 cuatro ingenieros alemanes que realizaban trabajos en el país y que perecieron en un accidente. Se velaron en dicha facilidad con lo que se dió inicio a una nueva etapa en el quehacer funerario dominicano pues poco a poco en la ciudad de Santo Domingo, se fue cambiando la costumbre y a partir de esa fecha empezaron a realizarse los velatorios en dichos salones funerarios.

Consono con el crecimiento de la ciudad se fueron abriendo varias funerarias en la ciudad de Santo Domingo y Santiago y se fue desarrollando un personal que al día de hoy conforma el equipo profesional funerario más exitoso y reconocido del país.