FERNANDO PEÑA DEFILLÓ
Renovador de la pintura nacional, mediante la introducción del abstraccionismo.
Inicia su formación en la Escuela Nacional de Bellas Artes, que más tarde amplía asistiendo a la Escuela de San Fernando y al Taller de Daniel Vásquez Díaz en Madrid.
Vive una rica experiencia existencial en España y en Francia, que se amplía visitando otros espacios más allá de Europa, y que de algún modo se convierte en sostén en su trayectoria pictórica.
Junto a Silvano Lora introduce el uso de elementos extrapictóricos en la pintura dominicana.
Su obra es la de un artista en búsqueda permanente por medio de la meditación sobre sus temas perennes y la experimentación – como son la vida y la muerte, lo visible y lo invisible – y que se manifiesta a través de elementos gráficos y pictóricos de alto contenido expresivo y de clara diferenciación de su obra. A través de ella muestra su pensamiento y su sentimiento sobre temas de la más diversa índole, entre los que se aprecian la realidad insular y latinoamericana, la religiosidad, el mestizaje y la trascendencia.
Su obra ha recibido numerosos reconocimientos, entre los que se encuentran los que fueron otorgados por el Concurso E. León Jimenes, el Movimiento Cultural Universitario, la Gulf & Western, la Casa de España y el Ministerio de Cultura.
El último regalo que dejó fue el Museo Fernando Peña Defilló, como un espacio para exponer la colección de la Fundación Fernando Peña Defilló, que fuera atesorada por la familia con el objetivo principal de dar a conocer la obra que deja como legado, tras un viaje de más de sesenta y cinco años de arduo trabajo.
